
Nuestra primera salida fue a Ricla. Allí recibieron la primavera con una semana muy lluviosa y talleres de óptica, microbits, electrostática y un cuento científico para los más pequeños.
Se nos pusieron los pelos de punta, también hicimos volar pequeños artefactos de aluminio. Hicimos una cámara gigante y sombras de colores. Programamos pequeños bits, microbios y conseguimos que nos obedecieran. También acompañamos a Garbancito en sus aventuras científicas por su mundo imaginario.
Una tarde estupenda, donde los jóvenes recibieron a gusto el proyecto Faraday y los mayores, la lluvia. Ese día casi que llovió a gusto de todos.
Volveremos.